martes, 2 de junio de 2015

Médicos



Hola lectores, hoy vengo a contaros en parte, para desfogarme, y en parte porque es una dura, cruel e impotente realidad. Los médicos son tontos/ingenuos/incompetentes.

Al decir esto por supuesto no hablo de todos, hay buenos médicos y la gran mayoría de las veces la razón por la que nos cambiamos de médico es porque no estamos conformes, puede ser por malentendidos, o nos dicen la cruda realidad a la cara y no la aceptamos, los modos y bueno, cosas que realmente se pueden solucionar hablando, que por algo tenemos boca.

Y si no estamos de acuerdo y queremos saber la opinión de otro médico siempre tenemos la opción de una segunda opinión profesional, o sea que elecciones tenemos para evitar poner nuestra salud en peligro.

Pero yo no venía a contaros esto por algo que en teoría se debería saber si no porque, a veces, realmente, meten la pata y no hablo de que hagan un mal diagnóstico o hayan recetado el medicamento equivocado o lo comúnmente oído, malapraxis, no, es otra cosa y es verdadera ineptitud.

El otro día refiero un dolor extraño punzante y realmente doloroso en el pecho, llamé a urgencias para que me dijeran la acción a seguir y di mis antecedentes, solución: medicamento por intravenosa y lo podía hacer en el ambulatorio más cercano, bien.

Llego al ambulatorio, al borde del desmayo, sudando como una cerda y llorando por el dolor, me atienden sin saber qué hacer, comento lo que me habían dicho intentando calmar la respiración, me clavan un estetoscopio en la boca del estómago, me quejo porque la tía ha sido una bruta y me da un antiácido.

El dolor por alguna extraña razón desapareció justo antes de tomarme el medicamento (no es algo psicológico ni hipocondríaco) por supuesto en medio de todo ese jaleo de confusión, miedo y estupefacción no dije nada, sólo quería saber qué había pasado para que de estar sentada tranquilamente me viniese ese dolor y desapareciera antes de tomarme nada, bueno.

La tía al cabo de un rato, me vuelve a ver y me vuelve a palpar, me toca la boca del estómago otra vez y me duele, por supuesto me quejo, me toca el esternón y me quejo más todavía ¿y sabéis que me dice? Que seguramente era un poco de acidez.

Descartado el corazón por el electro, no mira nada más. Bravo, señora doctora, por no preocuparte por los pulmones, distensiones musculares o incluso páncreas, bravo.

La dije que me había pasado anteriormente mientras dormía y que de la urgencia me tomé un antiinflamatorio y ¿sabéis que me dijo? Sustituye el ibuprofeno por el omeprazol. ¿Desde cuando un protector estomacal hace la función antiinflamatoria de la regla por ejemplo?.

Pero eso no fue lo que más me molestó, lo que más me molestó fue que les dije lo que tenían que hacer conmigo desde un primer momento, por el diagnóstico de unos médicos que me vieron en el momento en el que me dio, que me dieron una solución y funcionó y que ya estaba en mi historia, y me ignoraron, hicieron lo que les dio la gana y supusieron lo que quisieron haciéndome daño sin prestar atención al síntoma inicial: dolor en el esternón. No de estómago, que oye no seré médica pero no soy tonta.

En fin…, a esto me refería con ineptitud, pero porque realmente hay gente que tiene ese trabajo y seguro que es buena gente, pero si no sabe cuidar correctamente de sus pacientes…¿qué hace trabajando y jugando con vidas ajenas?

Repito que no todos los médicos son así, que cada circunstancia es diferente y que hoy digo esto y mañana que alguien me demuestre que lo que hizo esa doctora tenía sentido, por lo que, de momento, espero no volver a esa consulta.


Seguro que hay diversas experiencias, comentadlas si queréis ;) ¡un beso!.