¡Buenas lectores! por fin estoy un poco más libre para escribir un poquito. Hoy os vengo a contar algo tan simple, que hacemos tan a menudo, o eso quiero pensar, pero que apenas nos damos cuenta y que, es una cualidad escasa, hermosa y llena de enriquecimiento.
Por supuesto hablo de la generosidad, el desinterés y el altruismo, sinónimos entre sí, una cualidad del que muchos se aprovechan y con el que pocos, a lo largo de los años, mantienen.
¿En qué consiste esto de compartir? No se trata de dar, dar, dar y dar, simplemente de compartir, no necesariamente tienen que recibir algo a cambio, pues no lo pides, pero tampoco tienes que dar por presión a una situación.
Lo malo de la generosidad, es que eres tan bueno, tan agradecido que no te importa dejar las cosas que consideres que puedes dar, a veces, hasta seguro que dejarías tu casa pero tiene que haber límites, pues sin esos límites, pasa que luego nos podemos arrepentir y empezamos a apretar el cinturón de dar, empezamos a valorar los intereses, las compensaciones, no sólo de los actos si no de cómo se comportarán contigo.
Por ejemplo en el bullying, se suele confundir mucho la fingida generosidad al que a veces recurren los abusones para excusar robos, aludiendo "me lo dejó", intimidad a la víctima, y ésta, muerta de miedo por decir la verdad asiente y el profesor o el padre no puede hacer nada, por eso es importante, tanto los límites, como la autoestima.
Éste es un ejemplo pero, no quita la veracidad de la importancia de unos límites claros y una buena autoestima, que no se forja de nacimiento si no que se va construyendo y habrá momentos, sobretodo en la adolescencia y primeros años de adultos en los que, los cimientos de dicha autoestima se tambaleen e incluso haya que hacer alguna reparación pero, somos capaces de ello.
Personalmente, me considero alguien normal, aunque sí ha habido gente que me ha dicho que soy muy generosa, yo solo pienso una cosa: ¿puede servir lo que yo pienso, mi experiencia o mis conocimientos? si es así, hablo, y a veces me regaño porque hablo por los codos, de lo que me enrollo.
Si ésa respuesta es negativa, cremallera a la boca, porque no sólo es perder su tiempo, sino también el mío y el tiempo es valioso, aunque apenas se piensa, después observamos como se escapa de entre nuestros dedos.
Después, dentro del inocente acto de compartir hay leyes y cosas que, como sabemos todos, es por interés, sin ir más lejos, las páginas de películas/series, antes de la ley de protección intelectual podías subir películas sin tener que recibir dinero por ello, pero cuando la admitieron la gente, para "compartir" tuvo que buscar el interés y ponían anuncios en sus páginas para ganar dinero y claro, pagan justos por pecadores.
Que hay gente que sube películas en páginas donde no hay anuncios pero las capan. Al final evolucionamos adaptándonos a las circunstancias, pero tampoco nos queda otra, y yo entiendo que ver películas online, haga perder dinero, pero si me pones la entrada del cine a 8€ comprende que no quiera ir, es que no me merece la pena.
Con 8€ me compro, por un par de euros más la película, pero ¿para qué voy a comprar una película que no sé si me va a gustar? es tontería.
También dentro del acto de compartir, hay cosas que deben de quedarse para nosotros o en nuestra intimidad, ¿qué me importa a mí ver tu trasero? ¿qué me importa a mí que seas racista o cristiano? ¿qué me importa a mí que odies a los góticos? ejemplos miles.
Con esto me refiero a que, en los lugares públicos, comunes, por educación y respeto, hay ciertas cosas que no deberían de permitirse, yo veo a niñas vestidas de una forma que no sé qué edad tienen y que yo soy su madre y me daría verguenza, porque luego me quejaré de por qué la llaman ciertas cosas.
Con las creencias o pensamientos, somos humanos, personas y cuando ando por la calle, sólo veo personas, no veo a un negro, ni a un homófobo, ni a un político, ¿lo juzgo? sí, claro, se hace un juicio en nuestro cerebro en apenas 10 segundos, pero ése juicio, es superficial y en la gran mayoría de las veces, te equivocarás de los primeros pensamientos, porque muchos de los que piden dinero, algún día fueron personas que tuvieron trabajo.
A lo que me refiero es que, por educación y respeto, yo no tengo porqué pregonar, gritando, lo que yo pienso sabiendo que al resto del mundo puede no importarle, para eso hay formas de libre expresión, que desde la educación puedes ser escuchado el doble o triple.
Por lo demás, os invito a compartir, no sólo aquí en el blog con comentarios, si no a compartir en vuestro día a día, películas, música, experiencias, aventuras.... y que ése gesto, aparte que dice mucho de nosotros como personas, es tan sencillo y fácil, que lo único que vamos a perder son unos minutos de nuestra vida, copiando o enviando la información y la gente te lo pagará con una sonrisa.
¡Hasta la siguiente lectores! :)