"Mi viejo y queridísimo confidente, siempre has estado ahí, en mis momentos malos y en mis momentos buenos, aunque con una considerable diferencia entre ellos..., me siento diferente, pasan los años y sigo mirándome en el espejo pensando: ¿quién soy?, diciéndome: ¿por qué estás aquí?, después giro la mirada y veo la puerta de mi habitación, vacía.
Me asomo al salón donde me saludan dos pares de ojos marrones inquietos, con las orejas alerta, esperando a que les ponga comida y recibir alguna caricia, tan sólo verles ya me hace sonreír y aunque lo agradezco, no puedo quitar de mi mente esas preguntas.
Al rato, decido darme una ducha, desayuno mis tristes y sobrios copos de avena con leche y un vaso de zumo, miro el salón, acompañado únicamente por el inusitado tránsito del tráfico. Oigo el teléfono somar y sonrío al ver quién me llama.
-¿qué te has olvidado?
-me he dejado el bono encima de la estantería ¿verdad?
-(suspiro) ahora bajo
-graciassss
Cinco minutos después, el destinatario recibe la mercancía olvidada y retomo mis tareas, sin evitar recordar mientras las preguntas de la mañana.
A decir verdad, me he visto influenciada por esa maldita película, las odio porque me hacen replantearme cosas que anteriormente tenía claras pero al mismo tiempo me encantan, ¿de qué sirve tener un cerebro si no se usa? además, dejar de preguntarse cosas es una forma de ser tonto de incógnito.
Después de la jornada, esas preguntas se borran por completo, otras cosas se han impuesto, ya que nuestra existencia al final, viene regida por las obligaciones que la sociedad ha forjado e impuesto ante nosotros, me pregunto cómo sería otro tipo de sociedad en la que cada uno tuviese su propia sociedad, sería un buen experimento la verdad.
Cuando ya estamos todos en casa, recibo a mi acompañante, doy mimos a mis peques y finalmente después de cenar, me vuelvo a mirar al espejo para peinarme antes de ir a dormir con la maravillosa melodía:
-¿has visto mis pantalones marrones?
No puedo evitar sonreír ampliamente y me asomo con cepillo en mano.
-Te voy a poner un localizador..., los tienes detrás de ti, que te has sentado encima.
-jooooder, madre que sueño tengo...
-Piensa que mañana es Viernes
-Por fin...
-Pero no olvides que tenemos el finde ocupado
-Acabas de fastidiarme el día ¿sabes?
-Nop, la noche solamente
¿Quién soy? No importa realmente porque mientras que sea feliz, da igual mi nombre, mi aspecto y mi profesión; ¿por qué estoy aquí? al final...¿a dónde voy? mientras que sea con él, ¿qué más da lo demás? por supuesto no quiero alejarme de mis amig@s y familiares pero..., sé que sin él, no podría sonreír igual, por lo que la razón de estar como existencia, es estúpida, ya que no voy a hallar una respuesta y si la consigo, no me hará mejoraro eso creo.
Querido diario, hoy soy alguien feliz que va a vivir un día más con una sonrisa en la cara"
Gracias amor mío, por cada momento juntos, por demostrarlo y sobretodo por seguir siendo tú mismo.