Hola lectores, al igual que he hecho antes en mi otro blog, me disculpo por el retraso y voy al objetivo de ésta entrada.
El título de ésta entrada puede verse de muchas maneras pero lo cierto es que es muy difícil de conseguir según y cómo, además, ¿Cuándo y cómo sabemos que estamos mostrando nuestra mejor sonrisa?. No es una entrada de autoayuda como bien puede parecerlo pero si os paráis a pensarlo, es cierto.
Cuando estamos en el noviazgo o enamorad@s solemos mostrar con mayor frecuencia sonrisas tontas, de esas que parecemos idiotas pero, también sacamos sonrisas con nuestros amigos y familia, pero sonrisas de verdad, cuando estas con esas personas con las que te da igual lo diferentes que sois que disfrutáis cada segundo con ellos.
Entonces, ¿ésas sonrisas son las mejores y de única calificación?
La persona que es risueña de naturaleza y la que con el tiempo se hace, son maravillosas, alegran y animan a los demás, hasta pueden ser envidiados porque poseen algo que parece que tú no, pero lo cierto es que todos poseemos ese "algo" sólo hay que sacarlo. Aunque por supuesto, esas mismas personas envidiadas o no, tienen virtudes y debilidades, al igual que todo el mundo, por eso mismo la envida (la que no es sana) está de más.
Las personas que no ven el límite o el porqué del triunfo de otros o ni siquiera se molestan a verlo, esas que simplemente dan por sentado que ellos/as son mejores o similar, no merecen la pena, porque no sólo están sintiendo envidia que si no se están engañando a sí mismos diciéndose una única cosa: yo no tengo éste problema. Éstas personas están muertas de miedo y llenas de inseguridades que son incapaces de salir adelante y creen no necesitar ayuda, de hecho la rechazarán o si la aceptan, será bajo sus condiciones y las cosas no van así.
Porque cualquier cambio conlleva un sacrificio por nuestra parte es decir, compromiso.
Las personas que guían a los demás, las que animan y merecen la pena aceptan sus debilidades y se enfrentan a los problemas, reconocen sus errores y dan lo mejor de sí mismos, por supuesto no todos lo hacen igual pero hay que hacer una pequeña gran diferencia.
Las personas sinceras de verdad no dicen lo que hacen ni presumen de lo que han hecho, pueden dar ejemplo de su experiencia pero no presumen de la misma, sin embargo aquella persona que dice ser sincera pero que no lo demuestra que dice que sí pero sus actos dicen no, con esas personas hay que tener cuidado porque tienden a ser manipuladoras y depender de otros que den la cara por él/ella.
De ése tipo de personas nos hemos encontrado mil veces, de esas que en un principio te llevas de maravilla, parece que congeniáis de maravilla pero luego, poco a poco, lo/la vas conociendo y te das cuenta de que lo que dice, no tiene nada que ver con sus actos, que empieza a decir o presumir de cosas que a ti no te parecen bien o no te gustan y empieza la distancia. La otra persona tiene el ego tan subido que ni siquiera se percata de que tú, que te has dado cuenta de como es, no te has centrado en 'el/ella, que tienes tu propia vida y que por supuesto, no necesitas de la opinión de ésta persona para seguir adelante y es entonces cuando esa persona llama a tu puerta de dos formas: armándote un pollo o haciéndose la víctima, que en definitiva viene a ser lo mismo pero en éste segundo caso hay lágrimas de cocodrilo vulgarmente dicho.
¿A qué viene todo esto y qué tiene que ver con el título? Mucho, porque, éste tipo de personas son las que se llevan esas sonrisas, no por el pasado, si no porque esas personas lo que buscan de ti es tu reconocimiento y seguimiento, como si fueras su súbdito, buscan que tú felicidad sea a costa de cosas que ha hecho o a través de sus contactos, favores, medios, etc., y si te das cuenta de que ese rollo no es lo tuyo, la respuesta es muy sencilla: no quieres relacionarte con esa persona de esa forma.
Por lo que o se habla y la relación cambia o si no hay remedio o simplemente ni siquiera merece la pena hablar, dejar la relación.
Tal vez para estar bien tendrás que hacer algún sacrificio pero a ti te toca valorar si estás dispuesto/a a tomar ése sacrificio por estar equilibrado, porque cuando hay una persona que procura hacernos dependiente de ellos, suelen acudir al chantaje y a echarte en cara mierda del pasado y para estar discutiendo todo el día o con malos rollos todo el rato, no sé vosotros pero yo procuro hacer como Timón y Pumba: vive y deja vivir.
Porque lo cierto es que no tienes una mejor sonrisa única, todas tus sonrisas son únicas y siempre que sean para las personas que quieres serán las mejores. Sólo necesitas reunirte de la gente que realmente aprecias y tener claro que tú tienes tu círculo y por supuesto, no dejar que nadie te manipule.
No es fácil darse cuenta de cuando estamos bajo una manipulación pero nunca es tarde para abrir los ojos y ésta entrada va dirigida a chicos y chicas porque, seamos realistas, nosotras tendemos a manipular y chantajear un tanto más que los chicos.
Nos vemos en la siguiente ;)