¡Buenas lectores!, hace un tiempo de la última entrada y aunque he querido retomar no he tenido contenido para distraeros con algo verdaderamente de interés, esto no quiero decir que lo de hoy sea realmente interesante pero bueno, por lo menos es algo que como pasatiempo está bien.
La verdad es que para mí, está haciendo la primavera perfecta: llueve, hace frío, hace un principio de calor, viento, inestabilidad, bichos..., ¡es la definición de la primavera!.
Y es que ya sabéis que odio el calor, no lo soporto, es que es meterte en la cama y suplicar que sea de día para levantarte de ella, no quieres mimos, sólo te apetecen helados, ensaladas, ensaladillas, piscina, sierra, que sí, que sí, es muy divertido pero un rato, unos días, luego que vuelva el frío jejeje.
En invierno por ejemplo no me apetece tomar ensalada ni ensaladilla y me hincho a judías, carne, pescado, lentejas (babas), claro que por la noche para comer algo ligero unas lentejas no sirven, no.
Mucha gente, casi diría que el 60% de la gente prefiere el calor pero ése 40% lo sufre mucho, porque realmente a lo largo del año hace más calor que frío y realmente diría que hace un tiempo más estable que cualquiera de los dos, en otoño sobretodo.
Aunque yo creo que mucha gente aprecia el frío, no por la temperatura si no por las festividades, yo personalmente, odio la Navidad, éstos últimos años la verdad es que estoy empezando a cambiar ese odio por un aprecio responsable y con ideas muy cerradas pero más que nada porque he tenido muy malas experiencias en ésas fechas y lo menos que quería era celebrar el nacimiento de alguien que ni siquiera conocí.
Nunca me ha gustado la primavera y el verano, no ya solo por el calor que dan ganas de vivir dentro de la nevera, si no también por los insectos y en particular... los mosquitos.
El año me quejé de ellos e incluso hice una entrada pero la verdad es que este año, con las lluvias, que ojo hacía falta, hay muchos más, aunque siendo justa, llevo con mosquitos desde que nos mudamos al último piso y posiblemente en el tejado haya agua acumulada y ya sabemos donde se crían los mosquitos, cuando apenas miden unos milímetros.
El caso es que el año pasado ya intenté la tremenda labor de poner una mosquitera por mi cuenta, os podéis imaginar el resultado: imposible.
Pero he decir en mi defensa que me lo monté muy mal, porque no compré tela mosquitera, compré una mosquitera de plástico, ¿sabéis lo que pesa eso para unas tiras de velcro?.
Éste año al menos, me he documentado de todos los remedios posibles para ahuyentarlos y adaptarlo a las necesidades de casa y al final he vuelto a comprar tela mosquitera, pero éste año ha sido todo un éxito =D y hasta más barato, de hecho, ya está parando mosquitos para filtrarse en nuestra morada, juas juas juas.
¡Ya no podréis picarnos más! jua jua jua jua. Y para que veáis que no exagero os presento una de las muestras de que un mosquito nos robó sangre.
Sí, ésa es la sangre que tenían los mosquitos en su interior. Imaginaos lo fuerte que les dimos jajajaja.
Aunque, por mucho que para gente que opine como yo, que no le gustan los insectos, ni siquiera las hormigas, que tampoco les gusta el calor, la primavera es el nacimiento, una nueva etapa, no sólo por simbolismos o clichés si no que, realmente es una renovación, las flores aparecen, crece la hierba, la naturaleza marca nuestros senderos con su belleza, aunque quiénes peor lo sufren son los asmáticos y los alérgicos.
La primavera es un calentamiento al verano por normal general y afecta también al ánimo y a los biorritmos, aunque yo no me creo mucho eso, pero tiene relación con la astenia, que es una fatiga generalizada generalmente de origen psicológico pero con la entrada de la primavera te puedes sentir más pesado, perezoso, cansado.
A mí me ha pasado, que he estado un tiempo con estrés, insomnio pero dudo que tenga que ver con la primavera pero si como excusa para no apetecerme hacer nada de nada, que al final da igual porque no puedes simplemente dejar para otros o para la semana que viene, cosas como el trabajo, comprar, las tareas domésticas, nuestro pan de cada día vamos.
Queda apenas un mes para el verano, no lo espero con ansías, la verdad, desde que se terminó el instituto el tema de las fiestas y las estaciones ha pasado a un plano muy lejano del principal por lo que ni me daré cuenta pero cuando empiece el calor y mi termómetro marque 30º en casa ya empezaré a blasfemar sobre la humanidad que ha ido jodiendo la capa de ozono.
Sin más, espero que paséis unas buenas semanas primaverales y ¡hasta la próxima!, que espero no tardar mucho ;)
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