Buenos días lectores, llevaba varios días con esto en la cabeza, y viendo que los mosquitos han vuelto a visitar mi casa este año, he decidido aprovechar el desvelo de sueño para decirlo, total en relativamente poco rato, hay que levantarse para trabajar (XD).
Allá por el 2015 hice una entrada acerca del matrimonio, en la cual decía que muy probablemente no me casaría y que como mucho sería algo informal, bien, no voy desencaminada, a pesar de ni de haberla leído en mucho tiempo, sigo pensando lo mismo, sólo que las circunstancias han ido cambiando y al valorar, nos compensa más cambiar nuestro estado civil, mero trámite.
Ahora bien, ha habido diferentes picos y reacciones jajaja.
Decidimos casarnos en el 2017, por diferentes circunstancias, casi todas relacionadas con el terreno laboral y burocrático, simplemente para tener ciertas facilidades y que no tengamos que hacer tantas cabalas para ciertas cosas.
Empezamos el trámite realmente en Febrero y bueno, ahora en Abril es cuando hemos podido abrir el expediente y empezar con la fecha de celebración, etc.
A decir verdad, yo lo he ido viendo más como un proyecto mas que como un hecho, tengo una hojita donde tengo un presupuesto y desglosada cada cosa, así como si fuese un trabajo, de verdad, solo para tenerlo organizado y no pasarnos de presupuesto, que luego al final, muchas cosas las vamos a hacer caseras y muy simples, para empezar ¿vestido de boda? ni de coña, da gracias que me comprare algo elegante para usar más de una vez (XD).
Desde que decidimos hacerlo, he sufrido un abanico de reacciones por parte de los demás y por parte de nosotros mismos: a amigos que conozco de hace muchísimo tiempo saltaban de alegría, "¡¡enhorabuena!!" y nos preguntábamos ¿por qué? XD, luego amigos con los que quedamos muy a menudo, sí, había ilusión pero también había otra cosa y era simplemente que lo sabían, más de una vez mi mejor amiga me ha dicho "si yo creo que lo vuestro ya es de por vida, no os imagino de otra forma" no estoy segura de si con esas palabras, pero la idea se entiende.
La reacción de la familia ha sido más normal, en general, Max y yo llevamos mucho tiempo y, pues llega un momento que ese paso no anda muy lejos, sobretodo cuando hemos vivido todas las fases de: amigos, convivencia, con sus diferentes etapas que no son pocas y anda que no ha tenido paciencia conmigo, bendito sea pobre mío.
Pero lo más gracioso es que nosotros lo veíamos y seguimos viéndolo como algo totalmente normal, como si casarnos fuese comer pan, algo muy normal y tranquilo. Tranquilo hasta que se te contagia la ilusión. Max no, aún, pero yo he sufrido diferentes picos de ilusión.
Se me ocurrió la idea de reutilizar el vestido de mi madre, de una forma muy original, cambiándolo completamente y me ganaré el odio de una de mis amigas, por el trabajo que la voy a dar en estos meses pero me he llegado a ilusionar mucho, hasta casi parecer una niña tonta muerta de la ilusión, menos mal que fue una fase de día y medio.
Después estaba la fase cliché de estrés, "ay... que no nos da tiempo, ay, que tengo que reservar ya, hay madre que no va a ver suficiente, ¿y qué prefieres esto o lo otro? ¿en qué color?" a ver, caaaaaaalma, hasta yo me regañaba y Max llegó a decirme que parase, que aún no teníamos ni fecha, y cierto es, ahora, ya tenemos una fecha, aún pendiente de confirmar y eso, pero al menos el papel está en trámite y sólo es verificarlo, por lo que, algunos detalles y matices pueden concluirse y ya los picos de ilusión y estrés se han esfumado para ser racional.
Luego somos unos tortolos, cuando fuimos al Registro Civil, yo estaba súper sería y en un determinado momento que vi a Max casi, me pongo a llorar y cuando salimos, di varios saltitos en el pasillo y ya, cuando salimos y tomamos algo con nuestro testigo se me escapó una lagrimilla, no quiero ni pensar cómo estaré el día de la celebración y cuando la familia u amigos quieran decir unas palabras, si llega a suceder que por una parte lo deseo y por otra temo (XD).
La celebración será más sencilla de lo que en nuestra mente nos imaginamos, pero bien es cierto, que las cosas las queremos bien hechas y con tiempo. A nivel del día a día, no va a cambiar nada, solo en querernos más y el único problema que tendremos si la cosa llega a ir mal es como repartirnos la tutela de los conejos, en ese momento, arderá Troya jajajajaja
¡Que tengáis un buen día! ¡Hasta la siguiente!
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