jueves, 14 de febrero de 2013

Enamorados

¡Hola lectores!, ¡Felicidades a todos los enamorados, Valentines y personas del universo!, hoy es un día cualquiera, comercial y ésas cosas, pero que en definitiva hacemos algo especial, como en Navidad o Halloween, pero referido básicamente el amor de tú a tú, no de .. "cómo eres familia te quiero", ya me entendéis jeje.

Hace ya dos años, uf que tiempos..., publiqué una entrada de San Valentín referido en un aspecto general y en sí positivo, lo que ésta vez os voy a contar no es que sea negativo es más bien... realista.

La gente se conoce, tiene relaciones familiares, de amistad, de hermanos "postizos", aquellos que no tienen que ver con nuestra sangre pero cómo si lo fueran, las relaciones de "rollitos" "pica-pica", amiguetes con derecho a... y lo puramente romántico de amor: parejas. Aunque no me quiero meter en los detalles de todos los tipos de parejas que haré un libro en vez de simplemente una entrada.

En las parejas hay amor, el amor que generalmente buscamos es el de nuestra media naranja, aquél o aquella que nos acompañará el resto de nuestra vida, que nos apoyará y demás pero, ¿ése amor tan... intenso, cuánto dura?.

Con la pregunta no quiero decir que sea imposible o que hay que ser pica-flor, no, me refiero a ésos primeros años de noviazgo, ésas miradas que siempre echamos a la persona que queremos y que al pensar que podemos perderle/a, nuestro mundo se desmorona, ¿cuando pasen 30 años será igual?. Personalmente pienso que no tiene porqué afectar ése sentimiento, pero claro que el tiempo cambia cosas, la vida misma lo hace y nosotros lo hacemos más difícil siempre dándonos cuenta después, según las prioridades del momento.

Hace no mucho hablé con un compañero que llevaba casado más de 20 años y debido al trabajo apenas había podido compartir con su mujer un fin de semana a solas, también los hijos hacen lo suyo y nuestra vida social nos exige un tiempo en ocasiones que nos quita de nuestra pareja, esto es normal pero puede pasar que te cansas y por eso decides cambiar, por suerte no es el caso de ésta persona pero sí el de muchos/as  otros/as, es triste pero existe.

Aunque hay un factor muy muy importante a la hora de cualquier relación: Comunicación. Es fácil, gratis y realmente si lo haces de buena manera no pierdes tiempo, unas veces puedes provocar discusiones y otras muchas soluciones ante lo que ocurre, pero lo que nunca hay que hacer es callarse, acumular lo que quieres decir y un día explotar perdiendo aquello que más quieres y ansías proteger. Ideológico o no, funciona y realmente es lo que siempre recomendamos y no sólo los psicólogos, todo el mundo.

Así que Enamorados, hoy y todos los días hablad, compartid lo que pensáis, es increíble lo mucho que puedes aprender.

Un besazo picarones/as ;)


domingo, 3 de febrero de 2013

Meteduras de pata

¡Hola lectores!, tenía pensado desde hace días colgar una entrada un día de éstos y ya entrado Febrero y habiéndome pasado una cosa bastante común y terroríficamente agobiante, he visto una oportunidad perfecta.

Cuando tienes ésa sensación, en cualquier lugar, como que te dejas algo y no sabes qué es y cuando lo recuerdas se te cae el mundo, bajándote la sangre de la cabeza y parece que te vas a desmayar, padeciendo algunos mareos, cuando algo realmente importante, ¿qué narices haces?. Gritas, corres, insultas, sobretodo ésto último, lo pagas con la pared del vecino o la propia, maldices tu suerte y tu existencia y luego quizás la solución sea más rápida y tonta de lo que nuestro grano en montaña se había convertido, no pasa nada, errar es humano..., ¡pero cómo jode!.

Hoy, íbamos mi compi de piso y yo a comprar una pizza para cenar, qué pedazo de alimento sano y natural, ¡viva la grasa! (XD) y cuando ya ponemos el cerrojo y vamos a salir, sale la pregunta:

-¿tienes tus llaves?
-sí
-yo he dejado las mías dentro
-vale, ¿pero tienes la del candado no?
-...¿no la tienes tú?
-cuando te tiré las llaves ayer la saqué junto al otro llavero sin darme cuenta y no lo metí de nuevo.
-¡la madre que te parió!

Rápidamente por mi descuido abrimos la casa y ante el cerrojo de nuestra habitación, intenté sacar las escarpias, utilizamos algún cubierto como palanca, intentamos hacer el agujero más grande, ya nos estábamos poniendo nerviosas y yo procurando mantener la mente fría, ¡nos faltaban los malditos alicates!, a los 20 minutos, conseguí con maña y fuerza, conseguir hacer un espacio en la escarpia y me faltaba nada, dos milímetros para poder sacar el candado pero se me habían agotado las ideas.

Debido al ruido que estábamos ocasionando, el casero (bendito el momento en el que apareció), nos trajo los alicates y él mismo nos solucionó el problema en menos de 5 minutos. 

¡¡Gracias señor casero!!

Éstos momentos son odiosamente reales y más comunes de lo que nos paramos a pensar, pero es peor si para enmendarlo te tienes gastar dinero o irte al quinto pino.

En la primera ocasión que acabo de describir económicamente me pasó, por literalmente, romper una puerta, no os lo imaginéis como si la hubiese roto de un puñetazo o varios o algo así, no no, la cosa fue diferente. Antes de todo éso comenzó con que la puerta de mi habitación (en la casa donde vivía antes) andaba un poco jodida y no debía de cerrarla, sólo se abría por fuera, pues con mi amiga la dije que no había problema y que nos pusiésemos a jugar o a enseñarle algo, no recuerdo muy bien qué iba a hacer después de cometer semejante error, incluso oí una voz en mi cabeza diciendo "deja la puerta de la terraza abierta" y no hice caso.

Al vernos encerradas, abrimos la ventana de mi habitación que daba a la terraza para entrar por la que daba al comedor y ésta claro, estaba cerrada, ambas intentamos abrir con maza, dado que como era cristal pues daba mal rollo y encima el cristal podía caer sobre alguien, no teníamos los móviles a mano, estaban en el comedor, no había nadie en casa y el vecino no estaba y pensamos en gritar a la gente para que avisase a alguien ¡pero no pasaba nadie!. Había que joderse, mi amiga estaba cagándose en todos mis ancestros y con razón y al final me di cuenta que la ventana/puerta que daba al comedor y que tenía doble puertas y era de dos espacios (vamos 4 puertas, dos a la derecha y dos a la izquierda), se podía mover, asi que aparecimos por detrás del sofá y finalmente escapamos de la terraza pero quería dejar la puerta de mi habitación abierta.

Gran error.

No se podía abrir, ni con trucos y sin ellos, no se podía, pues se me ocurrió la genial idea de arreglarlo empujando un poco, porque estaba atascado, eran unas puertas que tenían más de sesenta años como poco, pues estuve empujando varias veces, algunas ya con fuerza hasta que finalmente ése trozo de madera que impedía el abrirlo con normalidad se partió, misión cumplida, sumando una grieta de unos 30 cm en el marco interno de la puerta y un grosor de 2 cm, me pasé un rato.

La bronca que recibí de mi padre fue grandiosa aunque sin ése error, no hubiera cambiado las puertas, en fin, cosas de la vida.

La otra ocasión, la de irse al quinto pino, es más común, te dejas las llaves en casa, la única persona que puede ayudarte está trabajando o en otro sitio y no puede dejar el lugar, tienes que ir tú, una buena putada pero... más cabeza la próxima vez, lo que más jode es cuando te acuerdas en el segundo en el que se cierra la puerta, pero lo bueno de ésto es que cómo mucho, puedes llamar a un cerrajero y desembolsar pasta, pero por lo demás, no es un sin solución ^^

Nos vemos en la siguiente. Besos. Mar.